Criticar a la radio episcopal es como reñir por sus gritos “a una joven mientras la violan”
El presidente de COPE, Alfonso Coronel de Palma, justificó con disparates a los principales comunicadores de la cadena que preside, al afirmar que estos son "el altavoz de una parte de la sociedad española que grita porque se siente agredida". Coronel de Palma comparó las críticas a esta cadena con la enorme hipocresía que supondría el hecho de amonestar a una “joven que está siendo violada porque grita demasiado". El intento de excluir a la COPE sería poco menos que un atentado contra la “libertad” y un paso más hacia el “totalitarismo”.
El presidente de COPE clausuró el jueves en Madrid el curso 2006-2007 del Foro Juan Pablo II. En tal acto, Coronel de Palma se quejó de las críticas dirigidas a los principales locutores de COPE: “Nos llaman terroristas verbales, nos dicen que crispamos, pero nunca se preguntan quién es esa parte de la sociedad española que grita porque se siente agredida, nunca se habla del que provoca sus gritos". Para el presidente de la COPE, "lo que está en juego es nada menos que la libertad", de la que esta cadena sería la principal garante. Caridad, con los oyentes Según Libertad Digital, el órgano electrónico de Losantos, respecto a las opiniones que denuncian que la cadena católica entra en contradicción con el ideario de la Iglesia, Coronel de Palma explicó una nueva versión de la caridad cristiana: "Dicen, también, que no tenemos respeto ni caridad. Y yo me pregunto. ¿Caridad para con quien? Desde luego, nuestro principal deber de caridad es para con nuestros oyentes. Y después, está la caridad de la verdad. En ambos casos, nuestros programas no hacen concesiones y cumplen estrictamente con el deber de caridad". Caperucita y los lobos El presidente de COPE mostró una versión idealizada de su cadena, que, según él “molesta al poder. De modo que la radio de los obispos se caracterizaría por ser “independiente, profesional, comprometida con la libertad y la verdad”, una "Caperucita rodeada de lobos", refiriéndose con estos a los grandes grupos de comunicación del país. Dadas las circunstancias, la cadena radiofónica sería poco menos que un milagro: "COPE es un caso atípico en la comunicación social europea, el de una empresa que, siendo independiente y sin tener un afán de lucro, se ha consolidado como la segunda cadena de radio del país". Todo un ejemplo para seguir.
El presidente de COPE, Alfonso Coronel de Palma, justificó con disparates a los principales comunicadores de la cadena que preside, al afirmar que estos son "el altavoz de una parte de la sociedad española que grita porque se siente agredida". Coronel de Palma comparó las críticas a esta cadena con la enorme hipocresía que supondría el hecho de amonestar a una “joven que está siendo violada porque grita demasiado". El intento de excluir a la COPE sería poco menos que un atentado contra la “libertad” y un paso más hacia el “totalitarismo”.
El presidente de COPE clausuró el jueves en Madrid el curso 2006-2007 del Foro Juan Pablo II. En tal acto, Coronel de Palma se quejó de las críticas dirigidas a los principales locutores de COPE: “Nos llaman terroristas verbales, nos dicen que crispamos, pero nunca se preguntan quién es esa parte de la sociedad española que grita porque se siente agredida, nunca se habla del que provoca sus gritos". Para el presidente de la COPE, "lo que está en juego es nada menos que la libertad", de la que esta cadena sería la principal garante. Caridad, con los oyentes Según Libertad Digital, el órgano electrónico de Losantos, respecto a las opiniones que denuncian que la cadena católica entra en contradicción con el ideario de la Iglesia, Coronel de Palma explicó una nueva versión de la caridad cristiana: "Dicen, también, que no tenemos respeto ni caridad. Y yo me pregunto. ¿Caridad para con quien? Desde luego, nuestro principal deber de caridad es para con nuestros oyentes. Y después, está la caridad de la verdad. En ambos casos, nuestros programas no hacen concesiones y cumplen estrictamente con el deber de caridad". Caperucita y los lobos El presidente de COPE mostró una versión idealizada de su cadena, que, según él “molesta al poder. De modo que la radio de los obispos se caracterizaría por ser “independiente, profesional, comprometida con la libertad y la verdad”, una "Caperucita rodeada de lobos", refiriéndose con estos a los grandes grupos de comunicación del país. Dadas las circunstancias, la cadena radiofónica sería poco menos que un milagro: "COPE es un caso atípico en la comunicación social europea, el de una empresa que, siendo independiente y sin tener un afán de lucro, se ha consolidado como la segunda cadena de radio del país". Todo un ejemplo para seguir.
