Estaba sentado con una amiga en un local de Bilbao que creo que el nombre no se lo sabe nadie, y no es porque no lo tenga - que me consta que lo tiene - pero mucha gente cuando quiere ir a él dice ' vamos al de las gambas del kasko ? '. Es un local pequeñito, muy antiguo que esta en una de las entradas a la parte vieja en el paseo del Arenal. Sus gambas a la plancha son exquisitas y será un sitio donde lleve a mi amiga Marian ( bruji ) de Madrid, esta mujer esta afiliada a estos bichos, es su pasión en la mesa.
Me fije por un momento en un tipo joven no muy alto ( apenas me acuerdo de su cara ) que estaba sentado al lado hurgando en su maquina de fotos. Parecía tímido, recuerdo que los ojos los tenia como aquellas personas que usan lentillas pero que todavía no están acostumbrados, osea media cerrados, como si le costara trabajo mirar. Como soy un gilipollas como muchos, que todavía sin querer se fía de la primera impresión de las personas, me pareció un "colgadillo" con una flamante maquina de fotos. Me dirigí a él porque me apetecía que me sacara una foto con la persona que estaba. El me conocía de verme en el programa de tertulias en el que yo participaba en una tv local de la ciudad y eso rompió un poco el hielo e hizo que "abusara" de él para que me hiciera unas cuentas en plan "pose". Lo hizo amablemente y profesionalmente a juzgar por como me indicaba. Le deje mi dirección de correo y el me dejo su tarjeta. Le pregunté cuando me las enviaría, el me dijo que estaba muy liado, que cuando pudiera y tuviera un hueco. Eso me "sentó" como una pequeña "arrogancia" por parte de él. Pero solo fué otra estupidez mas por mi parte.
A los pocos días, antes de recibir las fotos que me hizo entre en su página y me quedé gratamente sorprendido y avergonzado por haberme guiado una vez mas por el aspecto de la gente. Mikel Martín es un gran fotógrafo. Su pagina en Flickr es extraordinaria. La fotografía que presenta es tremendamente personal, sugerente y sentimental. Mikel es de esos tipos que no hacen ruido por eso le auguro muchas oportunidades. Lo digo sinceramente y os invito a que os deis un paseo por su casa. No deja indiferente.