Son la esencia de esa parte la calle Gran Vía de Madrid, la gente los acepta porque ellos se hacen querer. Transmiten buena onda, buenas vibraciones.
Su filosofía es aquella espinita que casi todos los que soñamos una vez en un mundo distinto, llevamos dentro.
Son el espejo roto que un dia intentamos recuperar a bases de colocar sus piezas a golpe de consigna. Ellos lo han conseguido.
Critican nuestro tedio y monotonía, nuestra manera de acumular cosas y cuando les escuchas ese tiempo a su lado es como resarcir de alguna manera nuestra impotencia.
Pero ahí están sobreviviendo cada día a las puertas de una tienda de ropa, pero no es a esta a la que veneran ellos aman el rock y aquella tienda un día fue su templo..esta es su historia:
Son el espejo roto que un dia intentamos recuperar a bases de colocar sus piezas a golpe de consigna. Ellos lo han conseguido.
Critican nuestro tedio y monotonía, nuestra manera de acumular cosas y cuando les escuchas ese tiempo a su lado es como resarcir de alguna manera nuestra impotencia.
Pero ahí están sobreviviendo cada día a las puertas de una tienda de ropa, pero no es a esta a la que veneran ellos aman el rock y aquella tienda un día fue su templo..esta es su historia:
José y Emilio son dos hermanos madrileños que un día, tras el cierre de la célebre tienda de discos Madrid Rock, decidieron quedarse en esa esquina de la Gran Vía para reivindicar que Madrid es mucho más "que un 'tiendódromo' y curro-casa, casa-curro".
Todos los días a partir de las siete de la tarde José y Emilio Alcázar se acercan hasta su esquina de la Gran Vía, junto al semáforo que está frente al Bershka. Antes en este local estaba Madrid Rock. Ellos eran habituales y cuando se enteraron de que querían despedir a los trabajadores, sus "colegas", sin indemnización hicieron campaña con ellos. A partir de ese momento, en 2005, decidieron quedarse ahí.
Todos los días a partir de las siete de la tarde José y Emilio Alcázar se acercan hasta su esquina de la Gran Vía, junto al semáforo que está frente al Bershka. Antes en este local estaba Madrid Rock. Ellos eran habituales y cuando se enteraron de que querían despedir a los trabajadores, sus "colegas", sin indemnización hicieron campaña con ellos. A partir de ese momento, en 2005, decidieron quedarse ahí.
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