Taciturno, perdido con resaca y con ganas de beber el día de autos una buena dosis de algo interesante. Así vagaba por la red, como esos viejos marineros atracados en cualquier ciudad del mundo, allá por los 80, donde el romanticismo era otro. Buscando ese viejo bar en el puerto, donde apostados en las mesas desgastadas, babean los últimos bucaneros con putas viejas de aguardiente y voz hueca, hasta que el Sol se pone o se suicida.
Y allí estaba, preciso, inconfundible e indiferente a mi llegada. No importó, entre y me gustó la declaración de intenciones que rezaba en lo alto de su letrero ¡¡Joder ¡¡ los que estamos en los 50 hemos perdido locales de magia. Ya casi solo están los¨ matinales¨, pero allí no se fornica con un libro, allí simplemente no se fornica, solo se mira al infinito hasta la hora de comer otros. Pero también me gusta. Porque me gusta las mezcla, me hace sentir y estar vivo. Saber así que cualquier ¨tribu¨tiene siempre su lado interesante, su escondite secreto, donde solo acceden los que no miran por encima del hombro o fruncen el ceño con aires de ¨Marquesdemierdaseca¨.
El ( Bukowski Club ) es un nido de ¨kanallas¨ con casta y aunque no lo conozca en persona, creo que cuando vaya -no tardando mucho- me gustará, porque en el fondo y en la superficie soy un romántico, ¡¡ aunque no se por que coño lo digo ¡¡ . Así le doy ¨ sables de Oro¨ al enemigo, para que me asesine. En fin, pues eso, si estas en Madrid, no te lo pierdas, y si vas de pasada, creo que es una visita obligada.
Y allí estaba, preciso, inconfundible e indiferente a mi llegada. No importó, entre y me gustó la declaración de intenciones que rezaba en lo alto de su letrero ¡¡Joder ¡¡ los que estamos en los 50 hemos perdido locales de magia. Ya casi solo están los¨ matinales¨, pero allí no se fornica con un libro, allí simplemente no se fornica, solo se mira al infinito hasta la hora de comer otros. Pero también me gusta. Porque me gusta las mezcla, me hace sentir y estar vivo. Saber así que cualquier ¨tribu¨tiene siempre su lado interesante, su escondite secreto, donde solo acceden los que no miran por encima del hombro o fruncen el ceño con aires de ¨Marquesdemierdaseca¨.
El ( Bukowski Club ) es un nido de ¨kanallas¨ con casta y aunque no lo conozca en persona, creo que cuando vaya -no tardando mucho- me gustará, porque en el fondo y en la superficie soy un romántico, ¡¡ aunque no se por que coño lo digo ¡¡ . Así le doy ¨ sables de Oro¨ al enemigo, para que me asesine. En fin, pues eso, si estas en Madrid, no te lo pierdas, y si vas de pasada, creo que es una visita obligada.
( Bukowski Club )
San Vicente Ferrer número 25, en Madrid.
En este club se dan cita un buen número de poetas, escritores, fotógrafos, ilustradores y gente de mal vivir de la noche madrileña.
En él se recita, se improvisan tertulias, se representan pequeñas obras, se proyectan cortos y largos, se aguanta a borrachos, se compran revistas, se lloran penas, se disfrutan borracheras, se lee, se escucha, se baila, se besa, se acaricia, se ahogan penas, se piensa, se enamoran, se separan, se fuma (mucho), se bebe, se ríe, se cena, se homenajea, se dibuja, se fotografía, se expone, se disfruta, se vuelve a beber, se respeta, se tropieza, se levantan pasiones, se escribe, se crean proyectos, se crea humo (mucho), se mira, se admira, se sigue bebiendo, se paga un alquiler, se quitan resacas, se crea y finalmente, cuando el ayuntamiento de Madrid lo ha decidido, se cierra.
Bukowski Club