El Pulpo...cabreado Señores/as, esta noticia es preocupante.- mas que eso.- es tan mala noticia, que es bueno reflexionar sobre un asunto de tan hondo calado.
Imaginense que cualquiera de ustedes.- por aquello de ponerse en su lugar.- son cualquiera de los pulpos congelados, cualquiera de nosotros, los que ahora estamos detenidos.
Yo en este caso lo hice, e intenté pensar como un pulpo, jamás ni por asomo, se me ocúrrió nunca, tal cosa, pero no me costó demasiado, me acordaba quizás de cuando era mas descarado, mas gilipollas y mas machista, que ahora. Me conocían por el sobrenombre del pulpo. Lo de mas no hace falta que se lo explique, se supone o intuyo que al menos es inteligente. Y si no, pues no sabe lo que se pierde.
Bien, ya soy un pulpo de estos que venían congelados, me pondré un nombre.- por ejemplo.- REME.- Sí, creo que es un buen nombre para un pulpo.- es corto.-es como si se escapara de la boca al pronunciarlo.- y tiene carácter.- Yo, al igual que el pulpo, estaría enfadado, cabreado y de muy mala ostia. Y les cuento porque. Ósea viajar durante días, incomodo, apretado y muerto de frió con otras 24 toneladas de compañeros.- incluso alguno de ellos, amigos.- en el mismo frigorífico, y enterarme que nos detienen porque viajábamos al lado de 10 kilos de Cocaina y ni tan siquiera la hemos catado….Sinceramente, me parece una putada.
Esta bien que esta feo.- vale, lo admito, puede ser.- Y que no es muy normal que un pulpo se meta rayas.- pues también, si, no se si es normal o no, lo cierto es que no es muy frecuente.- Hasta ahí, todo bien, pero... pónganse en mi lugar.
Toda una puta vida, arrastrándome. Todo el santo día dándome cabezazos contra todo, por el puto peso de mi cabeza. Siempre intentando esquivar a la Gallega, al puto aceite y el puto pimentón. Siempre dubitativo a la hora de agarrar cosas, no saber cual de los puñeteros tentáculos utilizar. Siempre con la angustia de sentir el agua hirviendo, mientras un hijo puta me quita los ojos para no verlo.- Diganme sinceramente, si es justo, o no, poder haber echo la travesia con un colocón de la ostia. A los condenados a muerte, si piden un buen puro, o un cigarrillo, jamás se les niega. ¿ Porque negar a un pulpo al menos que vaya al paredón, bien colocado, para que no se entere de su último viaje ?
Siempre hay un cabrón que te da por el culo cuando menos te lo esperas
